27 noviembre, 2013

Los Juegos del Hambre: Más que un simple juego.


Hace un año se estreno la primera adaptación de la trilogía literaria de la autora Suzanne Collins Los Juegos del Hambre a cargo del director Gary Ross (Amor a Colores) y como guionistas la misma Collins, Ross y Billy Ray con un resultado, que si bien fue satisfactorio tanto en taquilla como en crítica, parecía que esta sería otra saga más de amor adolescente justificada con una trama, en este caso, con una premisa interesante pero que no lograba profundizar tanto en esa oscuro universo en el que se desarrollaba.

Katniss Everdeen regresa al Distrito 12 después de sobrevivir junto a Peeta Mellark, su compañero de distrito y ahora supuesto enamorado, para lidiar con los “lujos” que les valieron haber ganado los 74 Juegos del Hambre pero que como avanza el metraje, descubrimos que no es cosa ya de dos personajes, si no de lo que estos representan para los oprimidos distritos de PANEM y el posible levantamiento en contra del Gobierno de Presidente Snow. Los Juegos del Hambre: En Llamas inesperadamente inicia con un conflicto que es mayor a los intereses propios de sus protagonistas y que da pie a una película de enormes proporciones y con grandes aspectos narrativos a explotar, que hacen parecer a su primera parte un mero pretexto explicativo para prepararnos para el desarrollo de una saga completa.