28 julio, 2013

Ladrones de la Fama, el retrato de la superficialidad.



Ladrones de la Fama” marca el regreso  de Sofia Coppola a la dirección después de su muy sencilla y adorable película “Somewhere: En algún lugar”. Esta vez tomando como inspiración el artículo de la revista Vanity Fair escrito por Nacy Jo Sales titulado “Los Sospechosos calzaban Louboutins” el cual habla sobre los adolescentes detrás de la famosa ola de asaltos a propiedades de famosas celebridades como Paris Hilton, Lindsay Lohan, Orlado Bloom, entre otras más.

La escena inicial del nuevo filme de Sofia abre con un grupo de adolescentes saltando por la reja de una mansión dispuesto a robar lo que encuentren, siendo esta la primera de muchas incursiones que veremos de estos personajes a los cuales no podemos acusar de superficiales, porque eso es lo que la directora pretende desde el principio, retratar la vida superficial adolescente de la clase alta estadounidense fotografiada correctamente por dos talentosos fotógrafos cinematográficos: su ya predilecto Brian Reitzell (Perdidos en Tokio, Maria Antonieta) y Christopher Vauvelt.

El film se vale mucho de lo divertidas que resultan las escenas de los robos, la superficialidad que emana cada personaje, el reflejo de la aspiración a un estilo de vida inalcanzable para ellos que solo pueden lograr robando a quienes más admiran. Un divertido modus operandi donde el Internet es su más grande cómplice con simplemente ubicar la dirección del artista por Google Maps e investigar qué días el artista se ausentara para llevar a cabo su plan.

Dentro del elenco si bien los nuevos talentos cumplen con sus actuaciones, es Emma Watson quien brilla por alejarse del papel de niña buena para interpretar al personaje más odioso y a su vez más ambicioso de todo los involucrados en los robos y quien detona la crítica ante el manejo de la información por parte de los medios de comunicación estadounidense enalteciendo a simples desconocidos como hoy en día sucede en cualquier medio y donde uno de los personajes incluso aclara “nunca creí que la gente me amara por algo tan moralmente incorrecto”.

Coppola sabe introducirse en el mundo que retrata, incluso artistas como Paris Hilton prestaron sus casas para la filmación de “Ladrones de la Fama” y que donde si estéticamente el film funciona, existen notables incoherencias narrativas que se pierden dentro del retrato del exceso, las joyas, el dinero, los autos, el alcohol, las drogas y la música hip-hop que construyen este reflejo de la superficialidad adolescente.

CALIFICACIÓN: 7.5 / 10


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