25 mayo, 2013

Tlatelolco y el amor adolescente.



Después del bien llevado thriller que toma los hechos del año en México de 1994 sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio para crear una película de ficción, el director Carlos Bolado retoma la idea de tomar sucesos trágicos que han marcado al país para contar una historia de ficción en la pantalla grande.

Tlatelolco: Verano del ’68” cuenta la historia de Félix, un estudiante de arquitectura de la UNAM que se enamora de Ana María hija de un alto funcionario de gobierno y estudiante de la universidad privada Iberoamericana quienes ven opacada su relación por los sucesos del movimiento estudiantil de aquel año.


Es importante puntualizar que la idea original de “Tlaltelolco …” es del director/productor/escritor/papá de Ximena, el señor Fernando Sariñana quien dentro de la cinematografía nacional (exceptuando Ciudades Oscuras, 2002) se caracteriza por tomar como tema principal el amor imposible y el amor adolescente y que es el tema principal del filme de Bolado, para mal.

El guión del mismo Bolado, junto a Carolina Rivera guionista de películas como “Amar Te Duele” y “Niñas Mal” es el primer aspecto fallido del film, donde se estructura con diálogos pobremente escritos y una forzada historia de amor usando como pretexto los trágicos sucesos del Movimiento del ’68 tocados de forma superficial e incoherente.

En comparación con “Colosio”, esta película tiene personajes principales sin profundidad, con actuaciones pésimas por parte del elenco juvenil, Cassandra Changerotti y Christian Vázquez, el par de enamorados acompañados de actores secundarios mal aprovechados como Juan Manuel Bernal exagerado y mal dirigido, Juan Carlos Colombo desperdiciado y la patética caracterización de Roberto Sosa como Gustavo Díaz Ordaz.

Bolado se centra en sus débiles personajes principales que se sienten irrelevantes a la revolución que se está gestionando, una construcción de personajes que cae en el cliché, muy parecido al de “Amar Te Duele”, con huecos narrativos terribles y situaciones que resultan incoherentes incluso en la representación de la época misma, la cual se siente un año 2000 disfrazado de los ’60.

Incluso en su escena climática, Bolado no apela al sentimentalismo del espectador y filma una escena fugaz y olvidable, que de climática no tiene nada.

La pregunta aquí es, ¿cuál es el motivo del filme?

La película ni siquiera sirve como vía de crítica política y social y no logra causar reflexión alguna y menos aportar algo a los sucesos históricos haciendo de esto un proyecto sinsentido, fallidamente comerciable y que de mala forma se cuelga de un suceso tan delicado como este para contar una historia mediocre.


CALIFICACIÓN: 4 / 10

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