El Árbol de la Vida

El ganador a la Palma de Oro en Cannes de este año fue Terrence Malick (La Delgada Línea Roja, El Nuevo Mundo) y su película “El Árbol de la Vida”, que si bien he de confesar nunca he visto nada de su filmografía hasta ahora, obteniendo este reconocimiento logra captar mi atención muy a pesar de las muy encontradas críticas acerca de su último premiado film.

La historia es la de una familia estadounidense de los años 50’s donde se nos retrata al padre estricto interpretado por Brad Pitt, la madre sumisa y amorosa interpretada por la hermosa actriz Jessica Chastain, y sus tres hijos quienes de cada uno, el director toma diferentes puntos de vista de su rol en este núcleo familiar enfocándose principalmente en el hermano mayor, quien es interpretado en su etapa adulta por Sean Penn, para ver el lado más caótico de las consecuencias psicológicas causadas por los problemas familiares donde el núcleo narrativo a simple vista parece no ser nada complicado y luce como un drama familiar muy común, pero  el director toma la arriesgada decisión de tener como punto de partida la muerte de uno de los hermanos para iniciar el viaje hacia la introspección del origen de la especie humana para contrastar algo tan majestuoso con la perdida, la madurez y sobretodo un análisis de una relación padre-hijo.

Los recursos cinematográficos a los que recurre el director parecen copiados de la técnica cinematográfica de Kubrick a excepción del uso de la voz en off que ocupa casi el 80% de diálogos en la película, la hermosa fotografía del mexicano Emmanuel Lubeski para retratar el Génesis, la evolución, la vida terrenal y divina, además de la hermosa banda sonora por parte de Alexander Desplat, resultan particularmente inspiradas en la obra maestra de ciencia ficción “2001: Odisea en el  Espacio” que pese a que artísticamente resulte majestuosa, el pecado de Malick es la ostentosidad de todos los recursos anteriormente mencionados, los cuales no terminan de definirse entre el drama familiar con personajes notables y el tratamiento del origen mismo del ser humano usando como recurso el cuestionamiento de su origen por donde director quiere encaminar su historia.

A su vez, la edición es notable ante la cantidad de elementos audiovisuales que la película tiene, donde con tantos elementos cinematográficos rumbo a su última media hora, resulta un agotador y repetitivo viaje fílmico que rebosa de belleza visual pero que  pudo lograr un resultado similar al de una obra casi maestra si tanta pretensión de su narrativa fílmica.

No cabe duda que será una obra que será reconocida en la próxima entrega de premios, pero la película de Malick queda en solo una interesante propuesta, que si bien puede ser trascendente por su dirección y tratamiento, esta no logra ser la obra maestra que pretende.

CALIFICACIÓN: 3.5/5