21 abril, 2011

Tarros de Miel y nadamás!


Olvidaba que existía la temporada de estrenos de Pascua … bueno, en el caso de México, estrenos de Semana Santa.

Dentro de las muchas propuestas cinematográficas, están las típicas “para niños” en esta corta temporada. Es muy curioso que dentro de los estrenos se encuentre la 51° película animada de Walt Disney Animation Studios, y curioso porque esta película se estrena hasta el mes de Junio en E.U. y en México (y otros cuantos países) antes del estreno en el país de que la cinta es originaría.




Estoy hablando del regreso del oso consentido de la casa productora de animación, hablo de Winnie The Pooh, o como le conocemos en México, el Oso Pooh. Después de “Winnie Pooh y el Pequeño Efelante”, Disney regresa con un filme más clásico basado en las historias de los cuentos clásicos de A.A. Milne y David Benedictus que no habían sido adaptadas ni a la serie animada ni al cine.



En este corto largometraje (y digo corto porque apenas alcanza la duración necesaria para serlo con solo 64 minutos de duración) todos los personajes clásicos están de vuelta con la misión de encontrar la cola perdida de Igor, rescatar a Christopher Robin de un monstruo terrorífico y la tarea principal, encontrarle a Pooh un GRAN tarro de miel.

No se dejen engañar por la trama y regresen un poco a esas películas que en toda la extensión de la palabra SON PARA NIÑOS, no aquellas actuales atascadas de gags forzados y doble sentido del humor (cof cof “HOP”), hablo de películas que en verdad dejan algo, algo que muchos actualmente desvaloran y que se llama: MORALEJA.

Como todas las historias de Pooh, por donde se le mire cada situación por más inocente, hasta tonta si quieren, deja un mensaje en todo el público que la vea y por muy trillado que esto suene insisto, tiene esa INOCENCIA que a algunos aburrirá pero que a mí me fascino por ser totalmente sin pretensiones, que te saca carcajadas de lo inocente que es cada personaje en esta película, por las personalidades de los mismos y te pone a reflexionar con los mensajes morales que se trasmiten dirigidos a los más pequeños y los no tan pequeños.

Además de esto, Winnie Pooh cuenta con un gran repertorio de números músicales, tiernos, encantadores acompañados de una colorida y bastante sutil animación, destacando un fragmento donde todo se anima por medio de tizas o gises de colores, es fabuloso.
Así que este soy yo, un adulto diciéndoles que Winnie The Pooh es la película que tienen que ir a ver esta corta temporada vacacional.

CALIFICACIÓN: 4/5

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