22 febrero, 2011

Esto no es una película ... y nunca lo sera.

Muchos recordaran el "documental" que Olallo Rubio, locutor mexicano, con el cual se aventuró a entrar al negocio del cine, "¿Y Tu Cuanto Cuestas?" , el cual está lejos de ser un largometraje documental, para más bien ser realmente, un reportaje de formato televisivo de largo metraje llevado a la pantalla grande.
Con este trabajo, el cual critica a la sociedad mexicana por la pérdida de identidad como país a causa de la cultura Estadounidense, Rubio se coloca en la mirada de los cinéfilos y se reconoce su trabajo, muy a pesar de su formato.

Este año, el locutor mexicano presenta su primer largometraje cinematográfico escrito y dirigido por él y producido en parte por producción estadounidense, ¿irónico no?



This Is Not a Movie” o “Esta No es una RPelícula”, nos cuenta la historia de Pete, un atormentado joven que espera la llegada de “el fin del mundo” en un cuarto de hotel en Las Vegas. Ante una situación tan caótica como esta, uno espera ver críticas políticas, sociales e incluso de reflexión ante tal suceso, pero el filme recurre al monologo de una forma demasiado elaborada, al aspecto visual de cine Serie B que se siente forzado e incluso exagerado aunado a efectos especiales que la mayoría del tiempo se sienten inconexos y simplemente fuera de lugar, donde la historia lejos de ser una reflexión crítica a la sociedad actual, es más un reproche, escuchamos al personaje (y sus otros dos “yo”), interpretado por Edward Furlong, reprochar por una hora y media, usando como recurso visual el surrealismo, que termina siendo mero relleno o simples criticas simplonas y caprichosas de un hippie enfadado con el sistema. El guión es por demás fallido, repetitivo hasta el cansancio en sus diálogos, meramente superficial e incluso ridículo narrativamente, al grado de que indirectamente Olallo mismo recurre a aspectos poco comunes dentro del lenguaje cinematográfico que se le salen de las manos y denotando una tremenda falta de estructura, dando un final lamentable y una historia olvidable.

Eso sí, la película está producida magníficamente, no se puede negar que la edición, la fotografía, la mezcla de sonido y la música de Slash para el filme, son tal vez, los aspectos más rescatables, pero que al final de que sirve, cuando uno como espectador se siente viendo el sueño de alguien más sin sentir absolutamente nada, simplemente se mira a un personaje con problemas de personalidad quejándose de la sociedad como un adolescente drogadicto, lo cual resulta totalmente intrascendente.

CALIFICACIÓN: 2/5

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