08 junio, 2010

Critica: ABEL

Es curioso que un actor decida volverse director, como alguna vez lo dijo Mark Ruffalo "Lo mio es la actuación, le dejare la dirección a quien sabe" después de dirigir su primer trabajo llamado Sympathy For Delicious.

En el caso del actor/escritor/director Diego Luna, tenemos un caso en un panorama muy prometedor. Su primer largometraje fue un documental acerca del boxeador mexicano J.C. Chavéz en el 2007, y ahora su último trabajo como director, que ha ido visitando diferentes festivales como Sundance, Cannes, entro otros; llega las pantallas nacionales en donde se libra una lucha por la taquilla de películas Estadounidenses.

Con Abel, D. Luna apuesta por un cine menos elaborado y más independiente, y la película muestra como cualquier película de este tipo, que su historia es lo más importante, dejando atrás fotografía preciosista, muscalizaciones elaboradas o efectos especiales, pero eso si apoyandose de una fotografía artística y limpia y una edición sobresaliente y sobre todo que el dirigir a niños es un reto digno de admirar.




En cuanto a su trama y temática, la película puede parecer sencilla, pero en verdad es mas compleja de lo que a simple vista parece.

Abel es un niño con un fuerte trauma emocional causado por el abandono de su padre, que lo orilla a actuar como el "jefe" familia. Todo esto relacionado a temas como el machismo, el lidiar con un problema psicológico (como el que Abel presenta) y las consecuencias a todos los miembros de su familia, la carencia económica a falta de un jefe de familia.

Todos los aspectos anteriores, son tratados en la película directamente y dándoles la importancia que merecen para que la trama fluya.

El personaje de Abel es estructurado de una forma que demuestra todas las consecuencias que estos problemas sociales acarrean y donde este, al convertirse en el nuevo "jefe de familia", resulta ser un "macho" remontado a los años 40's donde aún los jefes de familia se preocupaban por su familia a pesar de la actitud machista en contraste con el personaje del Padre de Abel.

En cuanto al personaje de los padres, nos encontramos con una madre que vive para Abel pero no acepta que debe ser tratado por especialistas, mientras que por otro lado el padre machista regresa al hogar después de que abandono el núcleo familiar a reclamar un lugar que se da cuenta ya fue ocupado (y por alguien que no se imaginaba). En otro plano, los hermanos de Abel, que al principio les cuesta lidiar con su problema, pero que de igual forma lo ven como el padre que nunca tuvieron.

Algo que en lo personal si me dejó algo confundido fue como Diego Luna maneja la situación de Abel sintiéndose adulto, porque yo me conflictuaba pensando que en verdad el niño tiene un serio problema psicológico, pero al igual ciertas escenas se me hacían totalmente divertidas.

En general todo puede sonar muy complejo alrededor del filme, pero es realista un cien por ciento, y eso es lo que hace una gran historia. Tengo que reconocer el gran labor narrativo, sobretodo en la parte climática donde la expresión "al filo de la butaca" nunca se había sentido de esa forma, y su final me dejó pensativo y sin palabras.

En conclusión, es una gran obra mexicana independiente manejando temas que siempre han existido y que nos hacen sentirnos identificados y de igual forma el reconocimiento a Diego Luna por un gran trabajo cinematográfico.

CALIFICACIÓN: 3.5 / 5

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